por Rufina Pearson

referencia: Video de Robert Brooks “Look what you’ve done”

– Aceptar al niño como es

Los maestros frecuentemente dicen que no es “justo” realizar acomodaciones para un niño dado que los demás pueden sentirse ofendidos. Si bien eso puede ocurrir, no hay que desestimar el hecho de que todos los niños son diferentes y lo menos justo sería tratarlos a todos por igual. Esto puede solucionarse muy fácilmente pidiendole a los maestros al inicio del año que digan que todos son diferentes, por lo cual, no van a tratar por igual a todos.

Por ejemplo, el maestro puede discutir con los niños que algunos leen más rápido que otros, que otros pueden correr más rápido que otros, que algunos pueden resolver cálculos matemáticos con más facilidad que otros. Por ello, el maestro puede argumentar que las expectativas de rendimiento serán diferentes para uno y otro. Luego puede decir “ustedes podrán pensar o sentir que yo no estoy siendo justa al evaluar diferente, por ello, si esto sucede haganmelo saber y lo discutiremos”. Este argumento puede ser también presentado en reuniones con los padres.

Este enfoque pone el acento en aceptar los puntos fuertes y débiles de cada uno. Si el maestro enfoca su enseñanza de esta manera, es más probable que los niños se acepten mejor a sí mismos y se promueva así una mejor autoestima.

Acomodaciones:

DISMINUIR LA CANTIDAD DE TAREA: Para muchos niños con dificultades de aprendizaje (DA) o con déficit de atención (ADD), el asistir al colegio es una tarea sumamente cansadora. Luego se les exige que completen tarea en casa. Dadas sus dificutlades, le tomará dos o tres veces más de tiempo que a sus pares realizar la tarea. Cuando llega la hora de irse a la cama se sienten frustrados, cansados al igual que sus padres. Entonces, es más efectivo limitar el tiempo en el que harán tarea. Por ejemplo, si a los demás niños les lleva una hora realizar la tarea, al niño con dificultades deberá darsele menos tarea pero que cubra el mismo tiempo de trabajo que le lleva a los demas. Esto es una acomodación justa.

EVALUAR EN FORMA ORAL: Para muchos niños con DA y ADD el tomar una prueba con límite de tiempo es más dificultosa que para sus pares. Generalmente aumentan su rendimiento en tareas sin límite de tiempo dado que se encuentran más relajados y sin la presión de la evaluación escrita.  Entonces, será una acomodación justa para que puedan revelar todo lo aprendido, el tomarles en forma oral.

DAR LAS TAREAS IMPRESAS EN UN PAPEL: Muchos niños con DA y ADD tienen dificultad para copiar las tareas del pizarrón y luego no saben bien de qué se trata la tarea o para cuando hay que entregarla. Necesitan llamar todas las tardes a un amigo para terminar de copiarla y para aclarar lo escrito.  Entonces, será más justo y productivo que el maestro provea una fotocopia para pegar en el cuaderno o mantener una agenda gigante en la cartelera de la clase a fin de que el niño pueda copiarla tranquilo o chequearla por si olvidó copiarla.

COPIA DE LIBROS EN CASA: Muchos niños con DA y ADD olvidan traer los libros necesarios para hacer las tareas o para trabajar en clase. En lugar de retarlo en casa por no traer el material o de ponerle malas notas en el cuaderno de comunicados por “no traer el material”, será útil pedirle a los padres que tengan dos copias de los libros, una en el colegio y otra en casa. Ello ahorrará conflictos innecesarios dado que desgastan muchas energías en el proceso de aprendizaje y es probable que tiendan a desorganizarse.

AYUDAR A MANEJAR EL NIVEL DE ACTIVIDAD: algunos niños son más activos que otros y les es difícil trabajar sentados durante los 40 minutos de la clase. Si se detecta al niño que necesita mayor actividad, podrá ponerselo como encargado de borrar el pizarrón, de realizar una tarea que implique moverse o llamarlo para decirle algo así se levanta de su banco con permiso.

Darle responsabilidades

Para que los niños con DA o ADD desarrollen un sentido de autonomía y orgullo, será necesario proveerles oportunidades para que asuman responsabilidades y contribuciones a su entorno familiar, escolar y de la comunidad. La experiencia de hacer una diferencia positiva para los demás, influye directamente en el autorespeto y actúa como un antídoto para los sentimientos de aislamiento, desconfianza y desvalorización.

– Hacerlos participar en proyectos de caridad comunitaria.

– Darle un cartel de “ayudante del día” que se irá rotando por todos los niños. El ayudante deberá colaborar con la maestra y con los alumnos, incluso con otro personal de la escuela.

– Armar una lista de encargos tanto en casa (poner la mesa, bajar persianas, sacar la basura, preparar un refresco para el padre, preparar el desayuno los fines de semana, etc.) como en la escuela (llevar el registro, regar una planta, ordenar las sillas una vez finalizado el día, etc.).

– Ayudar a otros niños en tareas que son una destreza para el niño. Por ejemplo, si es hábil para las matemáticas, podrá pedírsele que ayude o explique a otro niño.

– Darles opciones para elegir

La bibliografía en autoestima muestra que es importante reforzar la creencia de que el niño tiene algún control sobre lo que le ocurre en la vida. Los niños necesitan oprotunidades para aprender las destrezas necesarias para tomar decisiones y resolver problemas.

– En casa los padres pueden darle la oportunidad de elegir la comida que desean cuando van a un restaurante o en casa y que colaboren para prepararla. Esto podra hacerse al menos una vez al mes. También pueden darle opciones de comida para que elijan una. Lo mismo puede hacerse con la elección de la ropa.

– En el colegio, los maestros pueden dar la opción de elegir qué problema o actividad resolver (por ejemplo de 6 opciones que elijan 3).  Al elegir, los niños se verán más motivados a realizarla.

– Generar diálogos sobre cómo resolver una situación difícil. Por ejemplo, si los molesta un par, o si no los deja jugar, o si no le quiere prestar un útil, cómo sería la mejor forma de resolverlo. El poder teorizar sobre el problema los hará sentirse más seguros a la hora de enfrentarlo en la realidad.

– Darles la opción de que elijan cuánto tiempo antes de finalizar una actividad, tarea o juego, quieren ser avisados. Por ejemplo, en casa los padres podrán darles a elegir si quieren que se les avise 10 o 5 minutos antes de apagarles la televisión, o antes de dar la orden de ir a la cama o a bañarse; en el colegio los maestros podrán hacer lo mismo para avisarles de guardar los útiles, de salir al recreo, etc. El hecho de que el niño elija, lo hará comprometerse más con la respuesta a la misma.

Próxima semana:

– Ser firmes al aplicar límites

– Aprender de los errores

– Hacerlos sentir especiales


Categoría: Autoestima , General , Manejo de la Conducta