Disgrafía

¿Qué es?

  • Es una dificultad específica para automatizar la escritura, lograr el trazado correcto y fluido de las letras para que sean legibles y se ubiquen de modo apropiado en un espacio gráfico determinado. 
  • Se da en personas con capacidad intelectual Promedio, con adecuada estimulación ambiental y que no tienen trastornos neurológicos o sensoriales. 
  • Se presenta desde la infancia o inicios del desarrollo y suele asociarse con dificultades en el control de la motricidad fina, que se observa en tareas de la vida diaria: le cuesta ajustar botones, cierres, cordones, o en casos de Dispraxia. 
  • También es frecuente en cuadros de extrema impulsividad o con perfiles de dificultad  en la función ejecutiva, como es el caso del Trastorno no verbal o Disejecutivo. 
  • Las investigaciones muestran que la Disgrafía se encuentra en un 25% asociada al TDAH o a otras DEA. 

 

¿Cómo se detecta?

 Para detectar posibles dificultades en la coordinación de la grafomotricidad, es importante saber que un niño de desarrollo típico realiza una prensión palmar con fuerza sobre el hombro entre el año y año y medio. Alrededor de los 2 o 3 años, realiza una prensión con la fuerza puesta en la muñeca, tipo pincel. A los 3 o 4 años, puede lograr una prensión estática con la fuerza puesta en los cuatro dedos. Se espera que entre los 4 y los 6 años logre prensión con la fuerza puesta en la pinza digital o trípode dinámico. Ésta le va a permitir una grafía legible y funcional que no implique gran esfuerzo y permita desarrollar fluidez en la escritura. 

Pero cuando esto no sucede, se logran prensiones ineficientes y a los niños suele “costarles mucho esfuerzo y cansancio” escribir porque la fuerza motora se encuentra mal distribuida, la letra no es legible y no puede adquirir fluidez en los trazos. 

Entonces una prensión es eficiente cuando, a pesar de que no se alcance la correcta toma trípode, el resultado de la grafía es legible y funcional, no implica gran esfuerzo y permite desarrollar fluidez en la escritura. 

 

¿Cómo evaluar la disgrafía?

En el diagnóstico es importante observar el rendimiento en pruebas formales e informales.

Tener en cuenta:

  • Comprobar que el niño haya sido expuesto a enseñanza explícita de escritura.
  • Bajo puntaje en pruebas visomotrices como Bender, VMI, Figura de REY.
  • Dibujo de figura humana pobre.
  • Dificultad en trazos curvos, las uniones de letras y apoyar la letra sobre el renglón.
  • Letra ilegible, él mismo no entiende lo que escribió.
  • No le gusta dibujar, es torpe y evita este tipo de actividades.
  • Presente en otros trastornos como dificultad asociada. Común en Dislexia, TANV y TDAH.
  • Suele haber antecedentes familiares ya que es hereditaria.

 

¿Qué observar en sus cuadernos?

  • La calidad de los trazos: muy fuerte o muy débil.
  • El tamaño de la letra (suele ser excesivamente grande o muy pequeño)
  • Si logra los enlaces entre las letras ( suele haber falta de uniones o uniones indebidas)
  • Si presenta dificultad para permanecer en el renglón.
  • La distorsión de la forma de las letras, desorganizadas, forma incorrecta.
  • La ilegibilidad: no se entiende lo que escribe.
  • Poca fluidez: no llega a copiar, tarda mucho cuando escribe, refleja falta de automatización del proceso.
  • Rechazo frente a este tipo de tareas, dado el gran esfuerzo y resultados confusos (frustración).
  • Trata de escribir lo menos posible debido al esfuerzo que la escritura les requiere en sí misma y a la frustración que esto le genera, aunque puede tener un relato rico con muchas ideas y vocabulario.

 

¿Cómo trabajar el proceso grafomotor?

Para incorporar la letra cursiva es importante que los niños estén alfabetizados a nivel oración (entre 1° y 2° grado). , Se sugiere dedicar un momento para enseñar de manera explícita las letras según el trazado. Para algunos niños que tienen mejor memoria auditiva que visual, puede sumarse al trazado, instrucciones o pasos orales cuando hacen la tarea. Así el niño puede evocar el movimiento correcto al escribir. Es importante indicarles que cuando escriben en cursiva “no vale” levantar la mano de la hoja hasta que terminen de escribir la palabra. Los puntos y las barras se colocan al final.

También es importante incentivar al niño a usar la cursiva en el cuaderno de clase paulatinamente, primero copiando fecha y títulos. En la medida en que automatice la habilidad, se le pedirá que escriba más en cursiva hasta que sólo utilice ese tipo de letra poniendo atención en las uniones entre las letras. 

Actividades como: 

  • Enseñar las letras por familia
  • Jugar a realizar el grafismo de una letra individual en bandeja con polenta, pizarra con marcador, suele guiarlos en la correcta direccionalidad de las letras. 
  • Dictar palabras que contengan esas letras

 

Desde 3° grado en adelante, es más difícil que automaticen la letra cursiva ya que llevan un largo tiempo escribiendo en imprenta mayúscula. Entonces en esos casos es mejor cambiar a tipografía script o imprenta minúscula que simplifica trazados y deja de lado las uniones, lo cual tiene un correlato directo en la legibilidad del material que producen. Si bien no ha sido demostrado en estudios con validez estadística, la práctica clínica muestra un alto impacto positivo al usar script. 

Actividades como:

  • Practicar la letra script a nivel de palabra
  • Letra script con separación correcta

 

IMPORTANTE! Para niños de grados más avanzados utilizar la letra imprenta minúscula o script los ayuda a escribir de manera más fluida. Otro aliado puede ser las herramientas de la tecnología como el dictado por voz (google) para poder dar rienda suelta a sus ideas y no fatigarse tanto al escribir pero es importante tener en cuenta que estos dispositivos no reemplazan la escritura a mano. También enseñarles el tipeo en computadora con todos los dedos.


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