Testimonio brindado por Magdalena González, 26 años, Lic. en Psicopedagogía, coordinadora del Centro Psi-Este, Punta del Este, Uruguay.

Mr Espín, como le gusta que le llamen, tiene 12 años y actualmente cursa sexto grado en un colegio bilingüe. A sus 8 años se le realizó la primera evaluación de la cuál se desprende que tiene ADHD y dislexia. Desde entonces y en forma bastante irregular había recibido atención hasta mediados del año pasado. Nunca ha sido medicado. A fines de mayo del presente año, comenzamos a trabajar juntos. Como es sabido cuando un sujeto tiene dificultades en su decodificación inevitablemente va desarrollando una actitud negativa y de evitación hacia la lectura; además de una baja autoestima y una pobre autoimagen. Principalmente fue esta idea la que guió mi decisión de cómo intervenir y qué materiales utilizar para llevar a cabo una intervención adecuada y que diera respuestas a las necesidades específicas de este niño.

Era esencial encontrar algo divertido, que le ayudara a encontrar el gusto por la lectura. Que le motivara usarlo, que fuera dinámico, colorido, creativo y que a su vez, le disparara su creatividad. Algo que devolviera resultados tangibles, no únicamente cualitativos, a través de los cuales se pudiera trazar el camino recorrido.

Resulta interesante recordar que en la lengua española el verbo creer y crear se conjugan de la misma manera para la primera persona del singular: yo creo.

Creyendo en esto, decido crear junto a Mr E. un espacio propicio para el despliegue de sus capacidades, fortalecimiento de su autoestima y creación de estrategias que le posibilitaran trabajar en sus dificultades.

Los primeros días de Julio comenzamos con la intervención, y el uso del JEL (Programa de entrenamiento cognitivo en habilidades de lectura) se hizo algo preponderante y central en todos nuestros encuentros.

A través de estos meses de trabajo Mr E. ha logrado:

· Poner en “juego” sus habilidades fonológicas y disfrutar de ello. “Esto se tendría que llamar DILE: Divirtiéndonos leemos” – comenta Mr. Espín refiriéndose al JEL

· Crear juegos a partir de la sustracción y sustitución de fonemas, sobreponiéndose así a una de sus mayores dificultades.

· Estar interesado en el proceso de intervención, prestando especial atención a los momentos de re evaluación, deseando haber pasado “de nivel”. Esto también ha favorecido el desarrollo de estrategias de metacognición.

· Crear en las personas cercanas a él, la creencia en sus posibilidades de logros, como consecuencia de sus relatos sobre los mismos.

· Comenzarse a reconocer como ser capaz de crear … de aprender.

Es evidente que todavía queda mucho por crear y por creer pero considero que como primer paso puede ayudar a dar el siguiente.

“…Caminante no hay camino

se hace camino al andar…”

Antonio Machado


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